
PERDIDA DE LA BIODIVERSIDAD
El efecto de borde es un ejemplo de cómo la alteración de los ecosistemas puede incrementar la dispersión de enfermedades. Cuando los hábitats naturales se fragmentan, se generan bordes que cambian las condiciones microclimáticas, como la temperatura, la humedad y la exposición al viento. Estas nuevas condiciones favorecen la supervivencia y reproducción de virus, bacterias, hongos y parásitos.
Las enfermedades, que son reguladores naturales de las poblaciones, se ven intensificadas por los cambios ambientales causados por los humanos. Factores como la fragmentación de hábitats, el cambio climático y la introducción de especies exóticas contribuyen a la proliferación de patógenos y vectores de enfermedades.
Las especies exóticas o introducidas son aquellas que, por acción humana, ya sea de forma intencionada o accidental, son llevadas a un lugar donde no son originarias. Estas especies suelen afectar negativamente el equilibrio de los ecosistemas, ya que compiten con las especies locales por recursos como alimento, espacio y refugio, desplazándolas o incluso llevándolas a la extinción. Se estima que las especies exóticas son una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo, ya que alteran las redes tróficas y las interacciones ecológicas.


Por ejemplo, el pez león (Pterois volitans), originario del Indo-Pacífico, fue introducido en ecosistemas acuáticos de América, incluido Ecuador. Esta especie es un depredador voraz que afecta a peces endémicos y juveniles, alterando las cadenas alimenticias y contribuyendo al deterioro de los ecosistemas locales.
Especies exóticas
Dispersión de enfermedades

¿Cuándo un ecosistema está en equilibrio?
Los ecosistemas están compuestos por una gran diversidad de organismos vivos (factores bióticos) y por elementos físicos o abióticos, como el agua, el aire, la luz solar, el suelo y la temperatura, que proporcionan las condiciones necesarias para la vida. Estos dos componentes interactúan continuamente, permitiendo el desarrollo y la supervivencia de las especies.
Un ecosistema se encuentra en equilibrio cuando existe armonía entre los seres vivos y su entorno físico y ambiental. Este equilibrio es dinámico, lo que significa que los ecosistemas tienen la capacidad de adaptarse y autorregularse ante cambios externos, ya sean naturales o provocados por el ser humano, para recuperar las condiciones que les permiten funcionar de manera estable.
FACTORES NATURALES
Las inundaciones son fenómenos naturales que ocurren cuando las lluvias excesivas, el desbordamiento de ríos, lagos o lagunas, o incluso la ruptura de estructuras artificiales como represas, provocan la acumulación de grandes cantidades de agua en un área. Estas situaciones pueden generar impactos significativos en los ecosistemas y los seres vivos que los habitan, causando alteraciones en su equilibrio y funcionamiento.

Las erupciones volcánicas son fenómenos naturales que ocurren cuando el magma, los gases y las cenizas acumulados en el interior de la Tierra son expulsados violentamente a través de un volcán. Este proceso genera importantes alteraciones tanto en los ecosistemas como en las comunidades humanas cercanas, ya que combina fuerzas destructivas y transformadoras que afectan el medio ambiente de diversas maneras.

Las avalanchas son deslizamientos masivos de nieve, tierra, rocas o una combinación de estos elementos, que ocurren en las pendientes de montañas. Estos fenómenos pueden ser provocados por causas naturales, como inundaciones y erosión, o por actividades humanas, como excavaciones, deforestación y minería. Las avalanchas generan graves alteraciones en los ecosistemas al destruir hábitats, modificar el paisaje y alterar el equilibrio ecológico.

FACTORES ANTRÓPICOS
Los factores antrópicos son aquellos procesos, actividades o intervenciones realizadas por los seres humanos que influyen en el medio ambiente y los ecosistemas. Estos factores pueden generar impactos tanto positivos como negativos en los sistemas naturales, dependiendo de la forma en que se gestionen y los objetivos que persigan. En términos generales, los factores antrópicos suelen estar relacionados con la explotación de recursos naturales, la ocupación del territorio y la transformación del medio ambiente para satisfacer las necesidades humanas.
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